lunes, 21 de diciembre de 2009

No otro siglo mas!!!!

La diputada federal de México Enoé Uranga, presentó un punto de acuerdo para solicitar al clero que se disculpara por las declaraciones dadas a la comunidad LGBTTI

"

viernes, 18 de diciembre de 2009

Manual para identificar a psicópatas.


Primero que todo, escribo esto debido a mi gran experiencia el tema. ¿Qué si me ha tocado estar con una mala pareja? Pues, ya he pasado por varias y me creo con la experiencia suficiente para aconcejarlos y guiarlos para evitar a estos pedezos de %&$(@ que sólo aparecen en tu vida para jodertela.

Primero, cuando se conocen, pasa lo siguiente:

Primera señal: el flirteo desesperado. Sí, esta es una señal muy clara de desesperación, de que la persona en questión está necesitada por otra victima. Y cual león, se lanza sobre su presa sin importar los obstaculos.

Usualmente, cuando una persona nos caza en vez de coquetearnos, terminamos abrumados. Pero si te parece que has estado sól@ por demasiado tiempo y que no es un marcardor demasiado importante, pasamos al segundo.

No estudia, no tiene ambición, no tiene futuro: Esto puede tener su variantes. Hay personas que tienen una ambición con la cual son capaces de transgreder hasta las normas sociales si estas se atraviesan por su camino. Pero tienen poca constancia. Lo mismo aplica.

El tema principal es que además de ti no tiene otro proyecto de vida. Esto puede dar pie a espeluznantes conversaciones acerca de qué hace en su tiempo libre, pero además de eso, lo que indica es que l@ tip@ es un (a) ocioso (a) que no tiene nada mejor que hacer que pensar en pajaritos preñados y el sexo.

Claro después de esto, puede que decidas seguir con todo. ¿Por qué? Porque estás aburrido, porque tampoco tienes nada mejor que hacer que ocuparte de tu vida profesional o académica y/o familar y porque literalmente estás cansado de que todos tus amigos hablen de sus flirteos y tú no y además tienes miedo de llegar a los treinta y no tener a nadie. O sea literamente, estás desesperado.

Lo que nos lleva a punto tres (cuando se besan por primera vez): Hay dos cosas que ciertamente odio de esta etapa:

Uno: y no sé si pasa con todos los gays pero me ha pasado mucho y es que, ironicamente a pesar de la evidente desesperación que te invade, todavía esperas algo tierno. No obstante, lo que viene a continuación es algo apresurado. A lo que yo me pregunto ¿Por que tanto apuro? No es como si fueras a salir corriendo. Digo, si no te has espantado con las anteriores señales es poco probable que vayas a salir corriendo repentinamente. Aunque deberías.

Hay algunos que les gusta acorralar y perdonenme pero, no es una sensación bonita. Sobre todo porque me atrevo a apostar que las personas que han llegado hasta aquí lo han hecho, no porque le guste la persona, sino porque están aburridos (por decirlo de alguna manera).

Advertencia: las personas que llegan a esta etapa pueden estar neuróticamente obsesionadas con tener pareja.

Llegamos a las dos últimas etapas. Como dije antes, las personas que llegan a esta etapa pueden estar neuróticamente obsesionadas con tener pareja. Evidentemente, espero no ser el único que haya llegado hasta aquí...

Ahora bien, soportaste lo del beso rápido, seco y falto absoluto de ternura, amor, cariño e imprenado totalmente de visceralidad lógica con objetivo en el sexo. Si te ha pasado, no sientas pena. También me pasado a mi. A expensas de esto, todavía (no sé cómo) esperas que sea algo bonito y le ruegas al señor (así te hayas cuestionado de su existencia) que por favor, que si existe, que sea el cuento de hadas que tú soñaste.

Pero como señal divina, aparece la cuarta (y ahora si) preocupante señal: es totalmente excesivo. No es sensible, no te comprende y es totalmente visceral al hablar de temas de sexo. No importa si tienes un mes de conocerlo o menos. Te comenta lo que fantasea cuando se autoestimula y además, te cuenta de sus experiencias pasadas. Si, totalmente asqueroso.

A todas estas empiezas a pensar que todas las personas de ambiente son así. Si tú piensas eso, dejame decirte que no. No todos son así, por lo menos yo no. Eso pasa precisamente porque hasta este punto es que te has dado cuenta de que el tipo o tipa en realidad no sirve es para nada.

Si hasta este punto sigues con todo ya sea porque perdiste las esperanzas de encontrar bondad en este mundo y te resignaste a esperar que funcione, o porque no te has dado cuenta de que es mejor estar sólo que mal acompañado o más explicitamente porque tienes baja autoestima.

Llegamos a la tercera señal y a este punto te recomiendo desde este blog que salgas corriendo lo más rápido posible.

La persona no pierde la oportunidad para hacerte sentir mal. Te dice cosas horribles, que si es jugando, que si es en serio no te importa: sal corriendo. Que te humilla frente a tus amigos, que se lo comentas y no te hace caso: no importa, sal corriendo. Es la última señal... SAL CORRIENDO.

Ps: Sé que suena un poco grotesca la última parte pero... SAL CORRIENDO. Es mejor estar solo que mal acompañado. Te lo recomiendo.

Si les ha pasado algo parecido quisieran que dejaran sus comentarios al respecto...

jueves, 17 de diciembre de 2009

El amor romántico


Ahora bien, es totalmente irónico que ahora hable del amor luego de publicar un artículo en donde expresamente hago referencia sobre una clase de adicción al amor. No obstante, allí no termina el tema central de esta conversasión.

Ciertamente el amor es toda una experiencia. Una experiencia que hay que disfrutar, gozar, hasta dejarse invadir por ella. Al fin y al cabo, es unas de las cosas por las cuales merece la pena vivir.

Por supuesto, no hay que dedicarse a eso solamente, la vida no debería girar en torno a una sola idea. Si no, estarías hablando de un obsesión. Deberíamos dedicarnos a otras cosas que nos den placer: escribir (para mi), ir a la playa, pasar tiempo con nuestra familia, los idiomas, pasar tiempo con nuestros seres queridos...

A veces puedes equivocarte tanto en la vida, que literalmente pierdes las esperanzas de poderlo hacer bien algún día. Pero de eso se trata todo, de sentirse vivo...

domingo, 13 de diciembre de 2009

El anhelo de amor


Por varios años soñé con el amor ideal. Con el príncipe azul y con las parejas de fotoshop. Sin embargo, conforme vas madurando y la vida te va develando la realidad, llegas a la conclusión de que tal cosa no existe.

Las peores relaciones y experiencias que he tenido en mi vida han venido de la conformidad y de tomar a la ligera mis sentimientos. Es como si hubiera dicho: no importa la persona, lo importante es que alguien me ame así yo no lo ame a él. Esto me lleva al tema que trataremos hoy: el anhelo de amor.

Las experiencias que he tenido con este padecimiento han marcado mi vida. Para mi no es dificil pensar que las personas que "padecen" de anhelo de amor, hayan tomada decisiones bruscas basados en este sentimiento. Quizás hasta puedo afirmar que el anhelo de amor es unas de la directrices principales en las personalidades de quienes la poseen. Pero lo que yo encuentro bastante desagradable del anhelo de amor, no es de hecho sentirlo, sino que parece no sanciarse con nada. Ni siquiera cuando conscientemente estás dispuesto a conformarte con poco.

¡A veces puede ser tan contradictorio! Cuando parece llegar la solución a la sed fatal, al final decidimos ignorarla porque no parece ser a quien realmente queriamos. O nos parece que la persona objetivo ya no vale tanto porque nos corresponde.

Paradogicamente, el problema principal del anhelo no es la falta amor de pareja. El continuo abandono de los propios sentimientos demuestra que no es una necesidad de amor de esta calidad, porque el punto que se toma menos en cuenta es lo que uno siente. No pocas veces, las personas que padecen de anhelo de amor se emparejan con personas a las que no quieren y se embarcan en relaciones autofrustantes que casi siempre terminan en malos terminos por la demanda propia o porque la persona en question se dio cuenta de que no la queremos.

Ese no es el problema, es otro más profundo que tiene que ver con nosotros mismos.

He llegado a la conclusión de que el problema de fondo en las personas con anhelo de amor, es tratar de obtener aprobación a través de la pareja. Tienden a desvalorisarse tanto que esa sed de ternura, es el resultado de pensar que se vale poco. Es como si dijeran: "amame tanto que sepa que está bien ser como soy, así yo no te ame a ti". El anhelo de amor perpetúa esta visión en quien la padece porque éste tiende a "tomar" lo que esté disponible para saciar una sed de amor que, paradógicamente, es interna. Una sed de dejarse ser y de valorarse por lo que uno realmente es.