sábado, 13 de octubre de 2012

Acoso y tenacidad

He sido acosado toda mi vida. Recuerdo que en la escuela fueron los primeros acosos y en la familia. Debo admitir que fueron horribles y debo reconocer también que hice poco para defenderme, quizá porque tenía la idea de que no lo merecía o porque eran tantas las personas que lo hacían que no hallaba como defenderme. O porque soy tan emocional que no sentía la fuerza para defenderme. 

Y así ha sido toda mi vida. No se si lo he escrito aquí, pero fue tanto el acoso, que cuando tenía 19 años en el 2010, fui a un psicólogo. Debo admitir que no me ayudo mucho. Luego leí un libro y seguí sus instrucciones y eso me cambió la vida. Sin embargo, hay días como estos en donde siento que todo sigue siendo igual: sigo siendo tratado mal. 

Luego de la escuela, fui acosado en la universidad por este grupo de sifrinas que se burlaban de mí y ahora que recuerdo, la primera persona que me hizo notarlo fue un "amigo" a quien yo sentí que solo me había dicho esto para saber como reaccionaba y así saber si yo era gay o no. Esa es otra, cuando eres gay, la gente se muere por saber si lo eres y confirmarlo. Es como si estuvieran tratando de confirmar que era correcto lo que ellos pensaban y reírse de eso.

Volviendo al tema, estas chicas se reían de mí, especialmente cuando tenía que hacer una exposición y eso me daba mucha ansiedad. Y fue en parte la razón por la cual yo asistí a un psicólogo y porque me estaba volviendo cada vez más paranoico, y como pude logré lidiar con eso. 

Pero cuando has tratado por dos largos años y medio de luchar contra la corriente, tratando de entender los ataques de ansiedad que te dan cuando pasas por delante de estudiantes, malandros, mujeres y niños. Y como ante cualquier risa piensas que se están riendo de tí; y vuelven a tratarte como un trapo sucio en el trabajo y a burlarse de ti  No ya por ser gay, sino por ser demasiado tímido y quizá raro, es entonces  cuando te sientes como esa película de "Un milagro para Lorenzo" (Lorenzo's oil) en donde los protagonistas siempre van contra la corriente y el camino se les puso muy difícil  Nunca me he rendido y supongo que es parte de todo, pero...     

domingo, 7 de octubre de 2012

Dicotomías vs Continuos.


Últimamente me ha dado por pensar que vivimos en una sociedad que se maneja por dicotomías, conceptos rígidos y a veces demasiados pragmáticos.

Empiezo entonces con una reflexión que leí citada en un libro: Idries Shah hablaba acerca de un hombre que enseñaba que el «árbol era bueno». Había decidido que toda perfección y belleza estaba contenida en el árbol, que daba fruta, refugio y materia prima para artesanías, sin plantear exigencias. Sus seguidores amaron los árboles y los adoraron en bosques y selvas durante diez mil años.

Creo que esto puede ilustrar la tendencia de la sociedad actual de tomarse las cosas demasiado literal. Por ejemplo, cuando se habla de la mujer, pienso se habla de un "carácter" que se da predominantemente en el sexo femenino, pero no quiere decir que éste carácter no se pueda dar en el sexo masculino (aunque la idea nos produzca una cierta vergüenza o risa). Es como si tuviéramos en la cabeza unas reglas bastante rígidas de como debe ser un hombre o una mujer y los que no se alineen a eso, corren el peligro de herir sensibilidades masculinas.

Creo que esto también sucede con la sexualidad y como lo he dicho, los que no se ajusten a estos extremos, tienen que actuar para no perder el respeto de sus pares. Y pensar que los que encajan completamente en ese modelo son una minoría. Claro, creo que también hay diferentes grados de inconformidad pasando de "soy un poco como dicta el modelo", hasta, "definitivamente no soy yo."

A veces me da por soñar en un mundo donde el contacto con personas del mismo sexo no sea tan tabú, las relaciones de parejas no sean tan rígidas (en el sentido de adquirir un compromiso de exclusividad para toda la vida, aún siendo novios) y  que el gustar y mirar a alguien bonito del mismo sexo no fuera tan ofensivo o desagradable para algunas personas, incluyendo los observados y gustados.