sábado, 14 de noviembre de 2009

Próximas Generaciones




Ultimamente, viendo todo el avance de la tolerancia en algunos países y en mi propia ciudad, se me ha venido a la mente la siguiente pregunta: ¿Qué pensarán las generaciones futuras de nosotros? Es decir, qué pensarán cuando miren hacia atrás y vean lo que ya "pasó".

Por ejemplo, hace cien años en mi país no se permitía el matrimonio entre una persona de color y una persona blanca. O por ejemplo en Estados Unidos, hace cincuenta años habían barrios para los negros, baños para los negros y hasta bebederos para los negros. Hace más de 64 años, en la segunda guerra mundial, se perseguía a los judíos vehemente por hacerlos responsables de la desgracia de Alemania.

Ahora bien, qué pensarán de nosotros la futuras generaciones: ¿Se sorprenderán porque en esta época las personas del mismo sexo no pueden casarse, así como yo me sorprendo del racismo de hace cien años? Y del todavía existente. ¿Se sorprenderán de que hay personas que dicen: yo odio a los gays pero merezco que se respete mi opinión?

¿Se sorprenderán de que el vaticano haya apoyado esto, así como apoyó a la Alemania nazi? Bueno, si es que todavía existe. ¿Y cuánto nos tardaremos para que esto pase? Creo que no tengo cien años para esperar a vivir la vida que quiero, ni siquiera estoy dispuesto a esperar veinte o diez. Creo que no te puedes quejar de la discriminación sin tan siquiera intentar vivir según tus propias convicciones. Es lo que yo pienso.

Aunque claro, hay momentos en lo que esto no se puede hacer. Lo yo a veces llamo: momentos en los que me gustaría ser un sociópata. ¿Por qué un sociópata? Porque los sociópatas no respetan las normas sociales, de hecho, las trasgreden. Debería dedicar todo un post a esto pero aquí va un ejemplo: cuando mi "amiga" de la universidad me dijo que no deberían aceptar a los maricos ni a las lesbianas en la universidad.

O que tal persona (refiriéndose a un transexual) no le debería ser permitida la entrada a la universidad por no vestirse como su género. Que eso era una falta de respeto a la institución.

Creo que más que sociópata, me hubiera gustado tener personalidad epileptoide. Pero no la tengo así que me quedo con la rabia...