martes, 20 de diciembre de 2011

A la Bree Van de Camp


Crees conocer a la gente, pero en un giro del destino, te das cuenta de que ni siquiera has llegado al fondo de la persona en si. En este post voy a dejar el papel del sabio de todas las respuestas y solo voy a expresar algo que me llamó mucho la atención la noche de hoy. 

Estaba caminando con mi amiga de muchos años (llevamos siete años conociéndonos muy profundamente) y por cosas de la vida, ella me hace un comentario de que un profesor que ambos conocemos, estaba haciendo comentarios sobre los gays. A saber, que son una aberración porque la palabra lo dice, que hombre y mujer se complementan, que no es natural. Ella me dijo: si lo hubieras escuchado, lo odiarías. Y termina diciendo: pero estoy un poco de acuerdo con él, no es natural. ¿Como un hombre le puede gustar otro hombre? o ¿como una mujer le puede gustar otra mujer? Creo que nunca lo entenderé. 

A mi inmediatamente se me vino a la cabeza la imagen de Dolores Umbrige. ¿Conocen al personaje? Era una villana de Harry Potter que se caracterizaba por su rigidez, por pretender que no pasaba nada y, lo que me recordó mi amiga y el profesor en cuestión, una intolerancia a lo híbridos (no es que diga que los gays somos híbridos, sino diferentes a lo establecido como el canon). De hecho, en los libros de Rowling, estos son descritos como hermosos, pero ella los odiaba porque no eran puros... ¡que rigidez y obstinación en perfeccionar! pensaba implícitamente al leer los libros. 

En fin, yo me limité a contestar diplomaticamente que el profesor en cuestión tiene derecho a pensar lo que quiera y a conducir su vida como a él mejor le parezca, pero que no quiera corregir ni criticar la de otros que no piensan como él (como tanto ha pasado en la historia del cristianismo, de la cruzadas y la quema de brujas y en el personaje de Harry Potter) y que no podía creer que esto estuviera saliendo después de tantos años de conocernos. Era como una faceta desconocida para mí y me pareció que era muy fundamental en ella.

Y me siento ofendido, no porque piense así: si no la conociera, solo me hubiera limitado a irme del lugar, sino porque siento como si no le hubiera quedado nada de mí todos estos años y al pensar en todo lo que este incidente explica, tengo una rara sensación de haber estado con alguien que no me aceptaba en primer lugar o que sus opiniones y consejos sobre el tema derivaban de la idea de que está mal ser gay... 

Ciertamente hubo muchas pistas antes de esto, lo que pasa es que no fui lo suficientemente consciente como para darme cuenta... Aunque ella me criticó en ser demasiado "determinante" es decir, drástico con ella... No lo sé. Tal vez tenga razón, tiendo a ello...

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