Being happy

Aquí se ve al nuevo y evidentemente feliz papá, Ricky Martin, en la portada de la revista ¡Hola! presentando a sus gemelos Matteo y Valentino. La verdad aunque la noticia ya está un poco pasada, la destaco porque me parece maravilloso el hecho de que Ricky esté más que comodo en hablar de sus hijos y como los tuvo.

De hecho, hablando con algunas personas, entre ellos algunas con ideas retrogadas evangelistas, me ha parecido que a la mayoria no le ha sorprendido la noticia y otros ni siquiera están de acuerdo. Pero ellos pueden hacer lo que quieran con sus opiniones, ya lo hecho hecho está.

La verdad se ha especulado mucho, ahora que se ha conocido el método con que fueron concevidos los pequeños, sobre la sexualidad de Martin, aunque él parece haber hecho caso omiso de todos los comentarios, centrandose en lo que realmente importa para este momento, sus dos hijos.

En la foto se le puede ver muy feliz, mostrando su emoción con una muy tierna sonrisa y unos ojos de cansansio, que me imagino debe estar teniendo. En el lado izquierdo se puede leer: “Es cierto, estoy exhausto, pero nunca he sido tan feliz”. En realidad, Ricky, ha hecho un gran acto para si mismo. Hacer lo que él quería o consideraba que le faltaba para ser feliz, sin preocuparse demasiado por los comentarios ajenos; que ahora sí están al aire.

Sobre si el guapo cantante es gay o no, realmente no es lo más destacable del hecho, sino la felicidad que ahora pudiera estar teniendo. En verdad, desearía que si fuera gay, algún día lo hiciera público. Si ahora lo admiro por tomar el control de su vida y por hacer caso omiso de comentarios de terceros, en ese momento lo admiraría por el don de la valentía y la integridad.

Integridad de estar conciente de que nada tiene porque ser criticado y que él es único que decide sobre su vida y su felicidad, no los demás.

Si es gay, este sería el primer paso para dejar bien en claro que nadie tiene porque aprobar o reprobar nada, cuando de bienestar y amor se trata.

La verdad, me imagino en algunos años haciendo lo mismo. Realmente él señor Martin, si es gay y lo hiciera público algún día, servería de inspiración para muchos, incluyendome, para dejar ya por fin, los prejuicios sin sentido y estar bien y se feliz.

A will and a dream come true.

Hace mucho tiempo atrás, si me hubieran hablado de adopciones de parejas gays, y me hubieran preguntado mi opinion, hubiera dicho que estaba en total desacuerdo. Y es que, me parecía que era algo insensato tratar de criar a un niño bajo esos términos. Primero el "daño" que le ocasionaría al pequeño crecer con dos padres, o dos madres. O las burlas de sus amigos, o la percepción que tendría de si mismo al saber que era hijo de dos homosexuales, por la opinión clara que tiene la sociedad sobre esto.

Pero hace algunos días atrás, viendo la pelicula Shelter, que por cierto recomiendo, ver como termina todo en una idílica playa, donde dos hombres que se quieren terminan criando a un niño que igualmente los quiere, me pareció realmente hermoso y me hizo cambiar totalmente de opinión. Y es que, me di cuenta que mas alla de todas las barreras que la sociedad nos impone, en el fondo nos hace creer que estamos mal. De cierto modo pensaba que llevar a un niño a esas condiciones era realmente insensato. Pero la verdad, todos tenemos derecho a realizarnos y para muchos de nosotros sentar una familia sería como una meta personal a largo plazo.

La verdad esa escena te lleva pensar que se puede luchar por la felicidad, mas allá de todo lo que se pueda presentar y de las heridas que se puedan abrir. La felicidad es posible y vivir con todo lo que deseamos está bien. Comparando ahora, no veo nada de malo en algún día tener u adoptar un niño para criarlo con mi futura pareja. Indudablemente, no podemos decir que más allá de los prejuicios, el niño en cuestión no vaya a ser feliz, si recibe amor de ambas partes.

Ciertamente eso no depende sino de como se desea que sean las cosas. La verdad ahora me puedo imaginar, cual escena final Shelter, con la persona que amo junto a mi y un niño o dos correteando a nuestro lado.