Esta publicación está especialmente
dirigida para las personas pertenecientes al eneatipo 4 que acaban de descubrir
el eneagrama o bien que ya llevan un tiempo trabajando con el y están en la vía
del auto-conocimiento.
Mi interés en escribir esta guía, es ofrecer consejos de conque actitud se debe tomar el eneagrama dado que he visto (y también ha sido mi propia experiencia) que los cuatros tendemos a ser un poco extremistas en lo que respecta a asimilar la auto-critica que el eneagrama nos ofrece..
O bien fácilmente podemos frustrarnos, ya habiendo comenzando el trabajo de transformación y al no ver cambios con la suficiente rapidez, volvernos contra nosotros mismos. Primero, creo que sería de utilidad retratar mi experiencia al descubrirme eneatipo 4:
Mi interés en escribir esta guía, es ofrecer consejos de conque actitud se debe tomar el eneagrama dado que he visto (y también ha sido mi propia experiencia) que los cuatros tendemos a ser un poco extremistas en lo que respecta a asimilar la auto-critica que el eneagrama nos ofrece..
O bien fácilmente podemos frustrarnos, ya habiendo comenzando el trabajo de transformación y al no ver cambios con la suficiente rapidez, volvernos contra nosotros mismos. Primero, creo que sería de utilidad retratar mi experiencia al descubrirme eneatipo 4:
Primero que todo, yo me encontraba en una
etapa de mi vida en la que las personas a mi alrededor me decían que yo era muy
dramático. Mi tendencia a mostrar la tristeza o el sufrimiento para llamar la
atención o recibir halagos de las personas a mí alrededor (exagerando que tal o
cual persona había insultado cierta habilidad mía) era muy llamativa. También
mi tendencia a la reclamación era muy llamativa, pero era mi sufrimiento desproporcionado
lo que mis amigos solían echarme en cara.
Entonces, ya comenzando a aceptar lo
que las personas a mi alrededor me decían y prometiéndome a mismo trabajar en
ello; por casualidades del destino me topé con el concepto del eneagrama y como
soy extremadamente curioso, busqué la palabra eneagrama en google y abrí por
así decirlo, la caja de pandora. Tomé el test en personarte.com y arrojó como
resultado eneatipo 4 como primero y eneatipo 2 como segundo.
Para esta fecha, a mi ya me interesaba
mucho la psicología y dentro de los temperamentos de socrates, ya yo me
identificaba como melancólico (mas que con los tres restantes, sanguíneo,
flemático y colérico). Ya tenía cierta experiencia, pero nada me preparó del
todo para el impacto que el eneagrama dejó en mí. Cuando leí la descripción en
personarte, es como si todo eso hubiera sido un compendio de lo que las
personas a mí alrededor me habían dicho.
Inmediatamente me sorprendió mi falta
de originalidad con respecto a mis experiencias íntimas y no sabía como una página
de internet podía llegar tan a lo intimo. Me sentía, sin lugar a dudas,
desnudado psicológicamente. Y a diferencia de la información con respecto a los
temperamentos, el eneagrama cuestionaba todo mi comportamiento y me dejaba a mí
en posición de criticarlo todo.
Luego de un breve intento de desestimarlo,
me terminé por rendir a todo lo que eneagrama me decía y lo dejé entrar en mí.
Esto por supuesto, disparó una gran curiosidad y comencé a investigar todo lo
referente al eneagrama y también empecé a leer sobre los demás eneatipos.
Pero cuando comencé con esto de leer sobre
los demás eneatipos, comencé a tener una extraña sensación de que las
descripciones de los demás tipos resultaban a veces hasta halagadoras en
algunos aspectos y mi eneatipo parecía ser retratado como un atormentado,
impulsivo dramático, cuyos sentimientos intensos se llevaban lo mejor de él:
todo un limítrofe. Comencé por sentirme que pertenecía al peor eneatipo y que
era inferior a todos los demás.
Esta reacción puede ser en parte explicada
por el hecho de que yo venía saliendo de una relación un tanto abusiva y la
persona me había hecho concluir que ser agresivo era una cualidad positiva
(cosa que no veía en el 4 social). Además, también había insinuado que yo era débil
y yo en el fondo me rehusaba a terminar de creerlo, a pesar de que me había
tomado el comentario a pecho.
También pensaba cosas como: ¿por que no
soy un nueve? Ellos son tranquilos, agradables y tienen una vida pacifica, o
¿por que no soy un siete? tienen una vida feliz, nunca se cuestionan nada, no
se preocupan por nada y no tiene que hacer ningún trabajo por años sobre si
mismos para ser felices, y mas adelante pensé: ¿por que no soy un dos? Ellos
consiguen el amor sin mucho esfuerzo y no muestran una necesidad de amor
descomunal como yo y por esto, no terminan espantando a los posibles
candidatos. Ahora comprendo que así se comportaban los nueve, los siete y los
dos a mi alrededor y por eso sentía fuerte envidia hacía ellos.
Leyendo el apartado de eneatipo 4 en el
blog pobre niño pijo me
doy cuenta de que estas dos reacciones no están tan fuera de lo común. Digo dos
porque una de ellas podría ser “la auto-devaluación” y “la comparación
envidiosa”. He aquí lo que otra persona perteneciente al eneatipo 4 concluyó:
[...] Soy una 4 SOCIAL....es complicado explicar toda la historia en un
texto...hace unos 7 años que descubrí el eneagrama, indagué y me veia en el 2,
no tenía ninguna duda.. [...] Cuando me vi rodeada de 18 chicas, hablando de
sus dramas, historias, quejas y de todas aquella intensidad, imaginaros el
cuadro!! era un absoluto drama!! yo me retiré y dije no soy una 4, yo no puedo
ser eso, durante un par de años estuve viendo mi eneatipo asqueroso, incluso
pensaba porque no era una 9 o una 6. He de decir que durante esos dos años,me
apegué al eneagrama de una manera erronea, insana.
Utilicé el eneagrama para
castigarme y apegarme al sufrimiento que tanto nos caracteriza a los 4 y en vez
de trabajar la no identificación, me identifiqué y mucho tanto que llego un
momento que me pregunte la famosa pregunta y quien soy yo?? Paralelamente
llevaba adelante mi terapia, que menos mal que iba, porque posiblemente aún me
hubiese neurotizado mas todavía. Con algunas terapias por delante pude darme
cuenta que el eneagraam me estaba haciendo daño, no el eneagrama si no la forma
en que lo cogí, con ansiedad, una forma erronea de conocerla [...]
Esto comentario me
parece excelente porque, además de mostrar que la auto-critica a la cual
lleva el eneagrama, se puede volver auto-reproche; también vemos el
auto-desprecio en palabras como "ver mi eneatipo como asqueroso" e
igualmente la comparación envidiosa en frases como: "incluso pensaba porque no era una 9 o una 6".
Asimismo, el comentario señala (y concuerdo con la autora) al eneagrama como una herramienta que puede ser usada por la persona, bien para la auto-critica, o para el auto-odio y el auto-aborrecimiento.
Esto, para los que sienten que el eneagrama de alguna manera les ha fallado y
ahora blasfeman contra él por haberlos sumergido en su propia
auto-desvalorización.
Dejo para el siguiente post la guía para las personas que ya se
encuentran sumergidas en un proceso de auto-conocimiento.
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